martes, 19 de mayo de 2015

TERCERA RAZA RAIZ: LEMURIANA,


lunes, 18 de mayo de 2015

17- Tercera Raza Raíz: Lemuriana

Capítulo XXXIII
LA TIERRA: LA TERCERA RAZA-RAIZ (LA LEMURIANA)
(PM 82. IL II 359-360:329.) Durante la tercera Raza, la lemuriana, conocida en la literatura hindú como los Dánavas, continuó el proceso de recapitular las tres primeras rondas, todo lo cual sucedió en la mitad de la tercera ronda, repitiéndose en esta tercera Raza. Esto implicó la materialización de los hombres en el plano físico, y su separación en sexos. Antes de estudiar el proceso detalladamente consideraremos primero, sin embargo, las condiciones físicas de la tierra misma.
(PM 74.) La tierra había estado cambiando lentamente. "La gran Madre trabajó bajo las olas. . . trabajó más duramente para la tercera (Raza) , y su cintura y ombligo aparecieron sobre el agua. Era el Cinturón, el Himávat sagrado, que se extiende          en torno del mundo" (La Doctrina Secreta, II, 419) .
El mar al Sur de Plaksha cubría el desierto de Gobi, Tibet y Mongolia, y la cadena himaláyica emergió de las aguas al Sur de aquel mar.
Lentamente apareció la tierra, desde el pie de los Himalayas, hasta Ceilán, Sumatra, Australia, Tasmania e Isla de Pascua; hacia el Oeste hasta Madagascar y parte de M rica; incluidos también Noruega, Suecia, Siberia Oriental y Occidental, y Kamschatka. Este vasto continente era Lemuria -la cuna de la Raza en la que iba a aparecer la inteligencia humana. Su antiguo nombre es Shálmali.
( SAL 14. ) El continente ecuatorial de Lemuria, en la época de su máxima expansión, casi circundaba el globo, extendiéndose desde el sitio de las actuales Islas del Cabo Verde a unas pocas millas de la costa de Sierra Leona, en dirección Sudeste a través de M rica, Australia, islas Sociedad y todos los mares intermedios, hasta un punto que distaba escasos kilómetros de un gran continente isleño -de un tamaño aproximado
a la actual Sudamérica- que se extendía sobre el resto del Océano Pacífico e incluía al Cabo de Hornos y parte de la Patagonia.
( PM 75. ) En el curso de las edades el vasto continente experimenta muchos desgajamientos, y se divide en grandes islas. Noruega se hunde y desaparece. 700.000 años antes que empezase el Eoceno del Terciario
hubo una gran explosión de fuego volcánico, se abrieron abismos en el lecho oceánico, y Lemuria desapareció como continente, dejando sólo fragmentos tales como Australia y Madagascar, con la Isla de      Pascua, que se sumergió y luego volvió a surgir.
( SAL 38-39:41. ) La destrucción de Lemuria se produjo principalmente por fuego, por acción volcánica. Fue barrida por cenizas ardientes y polvo inflamado de innumerables volcanes; éstos, junto con una gran cantidad de lagos y pantanos, eran característicos de la superficie terrestre. De manera que los lemurianos fueron principalmente destruidos por fuego y asfixia, a diferencia de la siguiente Raza, la de la Atlántida, que pereció en su mayoría ahogada. Otro contraste entre la destrucción de Lemuria y la de la Atlántida consiste en que mientras las cuatro grandes catástrofes completaron la destrucción de la Atlántida, Lemuria fue devorada por fuegos internos, y la acción volcánica fue incesante.
( PM 75.) Hacia la mitad de la vida de Lemuria, tuvo lugar el gran cambio climático, que mató a los que quedaban de la segunda Raza, junto con su progenie, la tercera Raza primitiva. "El eje de la rueda se ladeó. El Sol y la Luna no brillaron más sobre las cabezas de esa porción de nacidos del sudor; la gente conoció la nieve, el hielo, la congelación, y hombres, plantas y animales menguaron en su crecimiento"
( La Doctrina Secreta, II, 343-344 ) .  Los brillantes   matices del trópico se desvanecieron antes de la respiración del rey de la nieve; empezaron los días y noches polares de seis meses, y durante un lapso los restos de Plaksha apenas evidenciaron una escasa población. Sin embargo, la Tierra Sagrada Imperecedera continuó existiendo como antes.
( MW 95-96.)  Volviendo ahora a la Raza misma, con sus siete subrazas distintas, veremos que los muchos esquemas de reproducción, característicos de la tercera ronda, reaparecen en esta tercera Raza y de   hecho  siguen            simultáneamente en diversas partes de la tierra. El grueso de la población atravesó las sucesivas etapas y eventualmente se convirtió en ovíparo. Parece que los diversos esquemas de reproducción eran adecuados para los egos en diferentes etapas de la evolución; los primeros se mantuvieron en actividad para los egos retrasados, después que el grueso de las personas se les adelantó.
Estos cambios empezaron unos 16 millones y medio de años atrás, y ocuparon 5 ½ a 6 millones de años; los cuerpos físicos cambiaban muy lentamente, teniendo lugar con frecuencia la reversión. Además, la cantidad original era pequeña y necesitaba tiempo para multiplicarse.
( PM 78. ) La separación de los sexos tuvo lugar en el Período Secundario, habiendo existido entonces la tercera Raza durante 18 millones de años, tal vez mucho más; pues empezó en el período jurásico del Secundario, o edad mesozoica, el Período de los Reptiles, como a veces se lo llama.
( MW 96. ) Cuando el tipo ovíparo se estabilizó, el huevo fue preservado dentro del cuerpo femenino, y la reproducción asumió la forma que todavía persiste.
( SAL 21. ) Mientras los cuerpos lemurianos estaban compuestos por gases, líquidos y sólidos, al principio predominaban los líquidos y los sólidos, pues todavía su estructura vertebrada no se había solidificado en huesos como los nuestros y, por tanto, no podían estar de pie. De hecho, sus huesos se doblaban, como ocurre hoy en día con los huesos
de los infantes. Recién hacia la mitad del período lemuriano el hombre desarrolló una sólida estructura ósea.

SEGUNDA RAZA RAIZ O HIPERBÓREA,








SEGUNDA RAZA RAIZ O HIPERBOREA.

Esta raza apareció en el escenario terrestre como resultado de las incesantes transformaciones que a través del tiempo experimentó la 1ª Gran Raza Raíz. Habitó las regiones boreales que como herradura continental circundan el Casquete Polar Norte, ocupando el actual norte de Asia, Groenlandia, Suecia, Noruega, etc., extendiéndose hasta las Islas Británicas.

Esta fue una época de variadísimas mutaciones en la Naturaleza. Gran diversidad de especies se gestaron en el tubo de ensayo de la Naturaleza, cuyos 3 reinos todavía no estaban del todo diferenciados. El clima era tropical y la tierra cubierta de gran vegetación.
El ser humano continuaba siendo andrógino, reproduciéndose por brotación, sistema que continúa activo en los vegetales.
Es imposible hallar restos de las primeras Razas primigenias porque la Tierra estaba constituida de protomateria, semietérica, semifísica. Sólo en las Memorias de la Naturaleza pueden los grandes clarividentes estudiar la historia de estas Razas.

Después de muchos años vino la segunda raza, la hiperbórea. Ellos habitaron un área como herradura del actual polo norte incluyendo Siberia. Se habla de ellos como la antigua Arcadia. Ellos eran entre físico y etérico, y también flotaban. Su fauna era una mezcla de los reinos animal y vegetal, vegetal y mineral.
Ellos se reproducían por brotación. Les salía un bebe como si fuera una rama. Lo arrancaban a cierto punto y ya era una criatura más. Era una raza muy espiritual y guerrera por naturaleza. Ellos efectuaban sus guerras más bien de tipo espiritual. Ellos eran gobernados por los Dioses directamente. Ellos sentían la espiritualidad, por ejemplo, cuando veían un bosque no le veían como nosotros. Sino que ellos veían al bosque y a sus elementales y toda su estructura etérica. Al ver otro planeta podían ver la vida que había allá.
Ellos terminaron como raza unos involucionando y otros evolucionando. Decían los antiguos Aztecas "que fueron tragados por huracanes". Los que evolucionaron pasaron al astral y los que involucionaron se convirtieron en monos. A la fecha existen seres protoplasmáticos e hiperbóreos, en lugares muy aislados.







PRIMERA RAZA RAIZ O PROTOPLASMÁTICA

Runas.
PRIMERA RAZA RAIZ O PROTOPLASMÁTICA

Habitó lo que hoy conocemos como el Casquete Polar Norte, la Tierra de Asgard, citada en antiquísimas tradiciones como la lejana Thule paradisíaca, la Isla de Cristal. La Raza Polar se desenvolvió en un ambiente totalmente distinto al actual. En aquella época la Tierra era propiamente semietérica, semifísica; las montañas conservaban su transparencia y la Tierra toda resplandecía gloriosamente con un bellísimo color azul etérico intenso.
Producto maravilloso de incesantes evoluciones y transformaciones que otrora se iniciaran desde el estado germinal primitivo, la 1ª Raza surgió de las dimensiones superiores completa y perfecta.
Incuestionablemente la 1ª Raza jamás poseyó elementos rudimentarios ni fuegos incipientes. Para bien de la Gran Causa lanzaremos en forma enfática el siguiente enunciado: “Antes de que la 1ª Raza humana saliera de la cuarta coordenada para hacerse visible y tangible en el mundo tridimensional, hubo de gestarse completamente dentro Jagad-Yoni, la “matriz del mundo”.
Extraordinaria humanidad primigenia, andróginos sublimes totalmente divinos, seres inefables más allá del bien y del mal.
Prototipos de perfección eterna para todos los tiempos, seres excelentes semifísicos, semietéricos con cuerpos protoplasmáticos indestructibles de bello color negro, elásticos y dúctiles, capaces de flotar en la atmósfera.
Con el material plástico y etéreo de esta Tierra primigenia se construyeron ciudades, palacios y templos grandiosos. Resultan interesantísimos los Rituales Cósmicos de esta época. La construcción del templo era perfecta. En las vestiduras se combinaban los colores blancos y negros para representar la lucha entre el espíritu y la materia. Los símbolos y objetos de trabajo se usaban invertidos para representar el Drama que se proyecta en los siglos: el descenso del espíritu hacia la materia. La vida estaba hasta ahora materializándose y debía dársele expresión simbólica. Su escritura gráfica fueron los caracteres rúnicos, de gran poder esotérico.
Es ostensible que todos esos seres ingentes eran los fuegos sagrados personificados de los poderes más ocultos de la Naturaleza.
Esa fue la Edad del fisiparismo, aquellas criaturas se reproducían mediante el acto sexual fisíparo, “según se ha visto en la división de la célula nucleada, en la que el núcleo se divide en dos subnúcleos, los cuales o bien se desarrollan dentro de la pared celular, o la rompen y se multiplican hacia el exterior como entidades independientes”.
En aquellos seres andróginos (elementos masculino y femenino perfectamente integrados) la energía sexual operaba en forma diferente a la actual, y en determinado momento el organismo original del padre-madre se dividía en dos mitades exactas, multiplicándose al exterior como entidades independientes, proceso similar a la multiplicación por bipartición o división celular. El hijo andrógino sosteníase por un tiempo del padre-madre. Cada uno de estos sucesos de la reproducción original, primigenia, era celebrado con rituales y fiestas.
Incuestionablemente la Isla Sagrada, cuna del primer hombre y morada del último mortal divino, existe todavía en la cuarta dimensión como insólita morada de los Hijos del Crepúsculo, Padres Preceptores de la humanidad.
Tierra del amanecer, mansión imperecedera, celeste paraíso de clima primaveral allende los mares ignotos del Polo Norte.
Magnífico luce en el Septentrión aquél Edén de la cuarta coordenada, continente firme en medio del gran océano.
“Ni por tierra ni por mar se logra llegar a la Tierra Sagrada”, se repite vehementemente en la tradición helénica.
“Sólo el vuelo del espíritu puede conducir a ella”, dicen con gran solemnidad los viejos sabios del mundo oriental.
La primera raza que pobló la tierra era de naturaleza más bien etérica. Eran semi transparentes. Incluso el mismo planeta tierra no era sólido como ahora, era etérico. Todo era semi físico, semi gaseoso. El color de los protoplasmáticos, o polares era oscuro sin llegar al negro de la raza negra. No es difícil imaginarse una raza de color brillante que no tocaba el suelo. Pues la raza negra son los descendientes directos como lo comprobaron los científicos que investigaron la piel humana. Con el tiempo se han venido aseverando una serie de observaciones hechas. La constitución de los protoplasmáticos les permitía hacerse gigantes o empequeñecerse hasta un punto mi NIMO.
Esta raza vivió en lo que hoy es la región nórdica. Llamaban a su isla la isla de Avalon o Thule.
(Ávalon o Avalón es el nombre de una isla legendaria de la mitología celta en algún lugar de las islas Británicas donde, según la leyenda, los manzanos dan sabrosas frutas durante todo el año y habitan nueve reinas hadas, entre ellas Morgana. En un principio se creía que la palabra Ávalon era una adaptación de la palabra celta Annwyn o Annuvin, que designa al legendario reino de lashadas, pero, ya en el siglo XII, Geoffrey de Monmouth pensaba que el nombre deriva de la traducción de "isla de las manzanas". Esto es altamente probable, debido a que, en el idioma bretón, manzana se dice aval, y en idioma galésse dice 'afal' (con la pronunciación de la "f" como "v").
Avalón también fue llamada Ynys Witrin, que significa Isla de Cristal.) -Nota de Wikipedia

El Calendario Azteca, o Piedra Solar de los Aztecas nos habla de las razas. Y nos dicen que la 1ª raza fue devorada por los tigres. Ellos relacionaban al tigre con la sabiduría. Esto sucedió antes de dar paso a la segunda raza. Los Aztecas como los Romanos tenían sus caballeros tigre y sus caballeros leopardos. Ellos lo consideraban un grado de sabiduría.
Uriel fue rector de esta raza y les dejo las